Tengo una sensación rara, cataclísmica, como si estuviera viviendo el principio del fin del mundo. Si mañana saliera a la calle y llovieran ranas seguramente ni me inmutaría.
A todos estos políticos que están destruyendo este país, vendiéndolo e intentando sacar tajada de la miseria y la estafa habría que juzgarlos por apátridas, expropiarles todos sus bienes y deportarlos.
En 4 días cojo vacaciones. No, no me voy a ningún lado, no está el bolsillo para fiestas.
He ido haciendo fotos estos dos últimos meses con la intención de ponerlas aquí como siempre, y simplemente no he encontrado el momento. Hay fotos de actividades, de amigos, de mi perrita, de comidas, de sitios.... y ya hay tanto atraso que no creo que lleguen a ver la luz en este blog.
El otro día recogí los resultados de una eco abdominal que me hice en Febrero y las fotos de mi interior son bien raras... los médicos verán órganos en buen estado pero yo he visto un pez, un demonio y como un martillo. Mis propias caras de Bélmez.
Tengo un par de cosas en mi vida tan sumamente bonitas y especiales que simplemente no me lo puedo creer. Casi me hace sentir mal cuando me quejo por no poder irme de vacaciones o por cosas así...
Creo que va a llegar un momento en el que voy a tener que tomar una decisión importante, y me pregunto si seré lo suficientemente fuerte y determinada como para hacer lo que tenga que hacer.
Las últimas semanas he querido "morirme ya" en varias ocasiones. Es un pensamiento muy recurrente que tengo últimamente y que hasta hace poco más de un año, jamás había tenido. No sé qué es lo que ha cambiado, pero hay algo ahí, sin duda.
Me he pasado casi toda la vida quejándome de las injusticias, del mundo, de la política, de la prensa, de montones de cosas...y ahora que finalmente me he puesto a hacer cosas de verdad para luchar contra todo eso me siento más estafada, indignada y cabreada que nunca.
Asándome al sol a las 14 de la tarde en una asamblea discutiendo la privatización de los servicios públicos veo a la gente abarrotando terrazas y bebiendo cerveza y pienso dos cosas.... que estamos perdidos y que la ignorancia es la felicidad.
Siempre he sido súper tolerante pero me cuesta cada vez más aceptar a la gente que decide no hacer nada y vivir sus vidas sin ensuciarse ni implicarse. Que te eduquen para luchar y terminar viendo que quienes lo hicieron no mueven un dedo por nada que no sea ellos mismos me está provocando una crisis de identidad de las chungas. Estoy con los ánimos alterados y en reserva de paciencia. Debería colgarme al cuello un cartel de KEEP OUT
Lo que me gusta mucho es tumbarme a acariciar a mi perra, o estar en la piscina bajo el sol, con la pequeña Iris chapoteando y poniendo caras raras, o acurrucarme con David en la cama por la noche, o beber agua fría con limón. Esas cosas me gustan mucho.
Me dijeron dos cosas preciosas la semana pasada. Las tengo las dos guardadas, por si me olvido.
Hacía mucho que no escribía varios y han quedado ligeramente monotemáticos....pero ahí quedan