OLER

Me encanta mi pueblo los días como hoy.
El ambiente es fresco. Mientras recorro el escaso Kilómetro que separa mi casa del pueblo el aire arremete contra mis mejillas y las colorea y enrojece con un tomo suave y saludable. Noto como la débil llovizna que se acumula en mis pestañas empaña un poco mis ojos y tonifica mi piel, la rehidrata. Se respira bien, puedo inhalar el aire profunda e intensamente y notarlo despejar mis pulmones y despertarlos.
Los olores... los olores son simplemente lo mejor... huelo el romero plantado por todos los parterres, se nota perfectamente el olor de los pinos,las adelfas, el de las chimeneas de las casas y los restaurantes y el fresno, que en esta época se quema en grandes montones para limpiar el suelo y preparar los bosques y jardines para la primavera y el verano. Me gusta tanto el olor estos días porque en contraste con estos olores tan otoñales se intercalan los de los almendros ya en flor, las primeras lilas en los jardines, los frutales floreciendo.... y la mezcla es realmente sugerente y estimulante, es una mezcla simplemente maravillosa. Sí, el olfato creo que es el sentido que más placeres me suministra. Oler la naturaleza es gratificante como pocas cosas.
Además al entrar en el pueblo se mezclan con los olores de pan recién hecho, café, churros....ya tirando a medio día las primeras raciones... los torreznos, las tortillas, las primeras carnes a la parrilla....
Por nada cambio caminar en ese ambiente fresco, húmedo y oloroso