domingo, 2 de mayo de 2010

PASADO

domingo, 2 de mayo de 2010
Me he levantado con dolor de cabeza hoy. Me he dado cuenta antes de abrir los ojos, he notado una presión en las sienes y un dolor penetrante, como de agujas clavándoseme en los ojos. No es normal levantarse con un dolor de cabeza así, y menos después de haber pasado una plácida y tranquila noche.
Mientras me levanto de la cama y me envuelvo en mi bata viene a mi cabeza Jose, qué raro. No habré soñado con él y por eso me he levantado así? Igual yo no recuerdo el sueño, pero mi cuerpo sí. Eso explicaría el dolor y el hecho de acordarme de él en este momento, porque es una persona que no suele venir a mis pensamientos a menudo, más bien nunca.
Sentada en el baño haciendo el primer pipí del día sigo dándole vueltas , lo que hace que mi dolor sea un poco más intenso cada vez que intento ahondar algo más en el tema. Me doy cuenta cuando me miro al espejo mientras me lavo la cara de que tengo ojeras, pero no unas ojeras normales como las de todos los días ( sí, qué le vamos a hacer ), sino unas profundas y oscuras ojeras. Me seco con cuidado de no estropear más aun mi careto y me pongo un poco de crema de esas solares que tienen un poco de color con la esperanza de que las ojeras y la palidez abandonen mi rostro.
Intento sacarme de la cabeza el asunto de Jose y de este puto dolor que cada vez se hace peor, pero lo único que consigo es que me duela más. Vienen a mi dolorida cabeza recuerdos, palabras, gestos que me hacen sonreír, pero enseguida vienen los recuerdos de los últimos acontecimientos, los que hicieron que una aparentemente fuerte y bonita amistad de muchos años, se fuera directamente a la mierda. En ese momento los pinchazos en las sienes son insoportables y mientras termino de hacerme la coleta decido que tengo que comer lo que sea enseguida para poder tomarme algo que me alivie.
Camino de la cocina me paro en el mueble de los medicamentos, para sacar un Espidifén y dejarlo sobre la mesa con la intención de cogerlo a la vuelta y que no se me olvide. Podría pasar, que se me olvidara me refiero, por eso lo dejo ahí. Voy acostumbrándome a este cuerpo y sus peculiaridades. Algunas , como los dolores, los físicos y los otros ( como yo les llamo ), son algunas de las cosas a las que aun no he aprendido a enfrentarme del todo. En ocasiones las confundo y me tomo medicamentos cuando no debo, pero en general, voy habituándome.



El café, uno de los rituales más importantes de la mañana. La ingesta del primer café del día , además de sumo placer olfativo, gustativo y sensorial en general, me despabila ligeramente, el segundo ya me ayuda a despejarme del todo. Me tomaré el Espidifén entre ambos, porque creo que no quiero estar del todo despabilada y con este dolor de cabeza tan espantoso. Mientras corto un trozo de pan de nueces para tostarlo, me viene el recuerdo de repente de una frase “ Hace mucho que no lo somos ya” (pinchazo) , “ Tarde o temprano te darás cuenta de que tengo razón, acabarás dejándole “ (pinchazo).... Entre pinchazo y pinchazo me descentro de la tarea que estaba haciendo y me corto en un dedo... Joder,! lo miro de cerca y aprieto un poco para averigüar la gravedad del corte y apenas caen unas gotas de sangre en la pila, no es nada. Meto el dedo debajo del grifo con agua fría y me enrollo una servilleta de papel... tengo que desayunar ya mismo, este dolor al final va a hacer que me auto-aniquile.
Meto la rebanada en la tostadora y mientras me pongo un cafetito, hoy en una taza un poco más grande... me hace falta.
Es curioso, pero ha sido cortarme en el dedo y desaparecer el dolor de cabeza por unos momentos... El cuerpo humano es muy extraño, pero todo encaja.
Según voy relajándome por el susto del corte, el dolor vuelve a hacerse intenso. Intento apartar de mi cabeza lo que creo que me está empeorando y quizás provocando este dolor, pero por experiencia sé, que esconderlo, no es lo mismo que hacerlo desaparecer, porque se queda por ahí en algún lado, aunque pensándolo mejor tampoco pretendo hacerlo desaparecer, solo poder desayunar relajada y sin dolor de cabeza, no es mucho pedir tampoco.
Saco la rebanada de pan de la tostadora achicharrándome el dedo que previamente me he cortado, tengo una habilidad especial para estas cosas, la pongo en un platito y cojo la aceitera, qué verde es este aceite, siempre que lo veo pienso lo mismo, echo un chorrito en el pan y la dejo en su sitio. Y bien, ahora debo decidir dónde desayuno... en un día normal desayunaría en la terraza, al solecito, pero con este dolor de cabeza necesito más bien penumbra... me voy a quedar en el salón, y nada de radio, ni de ordenandor, necesito cerrar los ojos... al final el dichoso dolor de cabeza me va a obligar a pensar en lo que no quiero, hay que joderse...
Doy un par de mordiscos seguidos a la tostada, como si un mordisco no fuera suficiente para tomarme el Espidifén, pero dos mordiscos ya fuera otra cosa.... lo mastico a doble carrillo y me lo trago con no demasiadas dificultades, doy un largo sorbo de café y lo dejo en la mesa. Pffffff, que se pase ya por favor.

En cuanto la tostada baje un poco al estómago me lo tomo y en 5 minutos máximo el dolor de cabeza se habrá esfumado por completo, estos sobres me vienen estupendamente, es cuestión de minutos ya.
Mientras doy un par de sorbos más al café pienso que debe de ser otra cosa, no puedo tener este dolor de cabeza tan tremendo por aquello, total no tiene la menor importancia ya, hay amistades que se rompen por chorradas, las hay que se rompen por cosas importantes, y bueno, también están las que nunca fueron amistades... me temo que mi caso es este último, (pinchazo), él nunca me apreció realmente ,está claro, (pinchazo), lo que me jode de verdad es no saber a qué ha estado jugando todos estos años conmigo, (pinchazo, pinchazo, pinchazo)...
Ufff, no puedo más, agito el Espidifén, lo echo en un vaso de agua y comienzo a removerlo con cuidado de no chocar la cucharilla con los bordes del vaso... no puedo soportar el tintineo.... cambio de dirección un par de veces y me lo bebo de un trago.... con estas cosas mejor echar poca agua para poder beberlo de un solo trago.
Dios..... menuda mierda... no me puedo creer que esté así por aquello, ya me he reconocido en varias ocasiones a mi misma que me hizo daño y que estoy dolida, no sé qué más se supone que tengo que hacer... Me hecho hacia atrás en el sofá y reposo la cabeza, los pinchazos y las breves ráfagas de aquella última conversación se van intercalando hasta que la opresión de mi pecho y mi garganta finalmente ceden al llanto y cae la primera lágrima, rápida, dejando su rastro en mi mejilla y su huella en mi bata. Pero es que no quiero llorar por ésto.... esa persona no se merece ni una de mis lágrimas....contengo el tsunami interior, intento llevar mis pensamientos lejos de mi y noto las sienes palpitar y la cara arder... por qué no puede bastar con reconocerlo?, por qué? ... El muro que he levantado para protegerme de estos dolorosos sentimientos se desmorona y caigo en un llanto silencioso, constante y al final débil.....
Durante ese tiempo indefinido la presión en mi cabeza va aflojando poco a poco, y finalmente, serían las lágrimas y no el analgésico, ni la crema, las que se llevaron de mi cara las ojeras y de mi cabeza los pinchazos

16 comentarios:

Wen dijo...

Es un texto bastante antiguo..... pero bueno... Estoy un poco vaga hoy :)

JuanMa dijo...

Pues es inquietante...

Un beso (perezoso también).

El Litos dijo...

Ya sabes que un clavo saca a otro clavo, si te duele la cabeza, rómpete una pierna, ya verás como se te pasa el dolor de cabeza.

/ \

Belén dijo...

(No le hagas caso al Litos, anda...)

Y si, puede que si piensas en alguien, tu cuerpo reaccione, a mi también me pasa y no creo que sea casualidad...

Besicos

Wen dijo...

JuanMa, te parece inquietante ? :)

Litos, normalmente me suele parecer buen sistema ese :D

Belén, le hago el caso justo :P Yo tampoco creo que sea casualidad.... me parece un fastidio.

Lucía dijo...

Pues antiguo o no, a mí me ha gustado mucho. Ha sido casi como estar viéndote a través de un agujerito.

Besitos

Irreverens dijo...

Pues no es que quiera hacerte la pelota, Wen, pero a mí también me ha gustado el texto.

Sin duda, es una muy buena descripción de cómo sintomatizamos las emociones.

¡Bravo!
:)

Wen dijo...

Me alegra que os haya gustado a las dos. Gracias.

FeoMontes dijo...

a los tres!!

Raúl dijo...

Muy realista, sin duda. Está muy bien. Te comentaría pequeños detalles que me han gustado, pero tendría que empezar desde el principio, porque son varios, se me ha quedado en la memoria que te molestase el tintineo de la cucharilla con el vaso y el espidifén, es una molestia, sí.

Wen dijo...

FeoMontes, a los tres pues :)

Julián, vuelves a tu ser :) Muchas gracias, tb me alegra que te haya gustado.

Carlos Añejo dijo...

Joder... necesito uno de esos... un espidofreide...

Raúl dijo...

Sí, he vuelto a mi ser jeje y a mi me alegra que te acuerdes de mi viejo avatar :)

Wen dijo...

Carlos, a que son mano de santo? Cuesta que se disuelva y cuesta bebérselo con éxito sin ahogarse, pero pasadas las dos pruebas de fuego... el esfuerzo tiene su recompensa :) Gracias por venir.

Julián, pues claro, cómo no :)

estilografic.blog dijo...

A mi también me ha gustado, ¿eh?, aunque yo soy más de espidigonzález. Por seguir al cachondo del náufrago, más que nada.

JOAKO dijo...

Yo prefiero Ibuprofeno de 600, ¿cuál es el principio activo del espidifren?

 
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